top of page
inmunidad .png

Por qué necesitas hacer duelo cuando tienes una enfermedad autoinmune o crónica.

Imagina que a un famoso pianista le dicen de repente que no podrá tocar mas el piano. Horrible ¿No te parece?. Bueno, algo similar pasa cuando recibes un diagnostico de alguna enfermedad autoinmune o crónica y de repente debes cuidar tu dieta como nunca antes, tomar medicamentos y monitorear tu estilo de vida.


La mayoria de las enfermedades autoinmunes o crónicas nos llaman a hacer muchos cambios en nuestra vida, algunos temporales y otros definitivos. A veces cambios temporales en la alimientación, medicamentos, reducción en los niveles de energía, cansancio, dolor o la obligación de realizar actividad física frecuente. Sea cúal sea tu caso corresponde reconocer que luego de tu diagnóstico no serás exactamente la misma persona que antes.

Muchas veces el principal problema que dificulta el proceso de adaptación es el no haber hecho el duelo por la persona que éramos en el pasado.

Duelo es ese proceso que vivimos cuando necesitamos acostumbrarnos a que algo amado ya no está. Puede ser un ser querido, una mascota, pero también alguna cualidad que valoramos mucho como la vitalidad, la capacidad de beber litros y litros de cerveza, de comer pan y dulces o la energia para hacer montones de cosas cada día. Duelo es acostumbranos a vivir sin eso que muchas veces sentimos una parte importante de nosotros mismos.

En cualquier caso, hacer el duelo implica aceptar que de ahora en adelante se debe aprender a vivir con ese diagnóstico, condición, limitación o enfermedad. Si no lo hacemos corremos el riesgo de entrar en negación, empezar a decirnos que nada pasa, que todo sigue exactamente igual o que no necesitamos cuidarnos. Y eso a la larga puede ser dañino para nuestra salud.


Reconocer que algo ha cambiado es siempre un primer paso. Es el paso necesario que nos hace capaces de tomar la decisión de que viviremos con el mayor respeto nuestra condición pero sin excusarnos en ella. Podemos y merecemos la mayor calidad de vida posible y esto sólo va a ocurrir si nos comprometemos con nuestro tratamiento y nuestra salud física y emocional.


No es un consuelo, obviamente no queremos enfermar o sentirnos mal. Sin embargo, muchos pacientes reportan una mejora en la calidad de vida luego de haber asumido y dado un sentido a la experiencia de transitar por la enfermedad.


Los diagnosticos cierran puertas, pero tambien abren ventanas.


Si se te está dificultando aceptar tu diagnostico o comprometerte en tu tratamiento te recomiendo los siguientes ejercicios:


  1. Escribe una carta a tu yo del pasado, el de antes del diagnostico y cuéntale todos tus miedos. Luego puedes leerla quemarla.

  2. Si tienes o sientes rabia haz actividades que movilicen esa emoción, raya hojas grandes de papel con algunos creyones o tizas, rompe papel peródico, golpea un saco de box (si no lo tienes contraindicado). Corre o camina. No sientas miedo de movilizar tu rabia.

  3. Anota diariamente por un mes dos cosas que puedas agradecer y cada día lee las anotaciones de los dias anteriores. Este ejercicio ayudará a que tu foco atencional vaya a otros aspectos de tu vida que aún son valiosos.

  4. Busca un grupo terapeútico o de apoyo en tu ciudad. Si no lo consigues intenta buscar a alguien que haya transitado por la misma experiencia en el pasado y pídele que te cuente como le ha ido.

Finalmente, recuerda que el duelo no es lineal. Pasarás por varias etapas antes de aceptar la nueva condición. Se gentil contigo y ten mucha paciencia. Te mando un fuerte abrazo.


Si este post te ha resultado útil no olvides compartirlo con quien pueda necesitarlo.



Comentarios


bottom of page